viernes, 12 de junio de 2009

bombas y demonios

Una bomba es localizada en el Vaticano


Robert Langdon habrá creado gastritis en miles de creyentes en su pasada aparición de El Código Da Vinci. Ahora vuelve para salvar al Vaticano; ¿quién lo hubiera imaginado? Alguien ha robado antipartículas del CERN y ha crado una ingeniosa bomba de antimateria. ¿Podría esto ocurrir? ¿Deberían los gobiernos comenzar a controlar escrupulosamente el tráfico de antimateria como si se tratase de materiales radioactivos? ¿Existe la antimateria, en primer lugar?


La antimateria es real. Surgió primeramente como una suerte de especulación en medio de las ecuaciones del físico Paul Dirac. No se le tomó muy en serio. Hasta que los físicos Robert Milikan y Carl Anderson consiguieron detectar la primera partícula de antimateria casi accidentalmente en una interacción de rayos cósmicos. Era el positrón, o dicho de otra forma, la antipartícula del electrón. Es interesante observar que las partículas de antimateria fueron observadas casi al mismo tiempo que aquellas de materia "convencional".

Estas partículas subatómicas de antimateria son el opuesto de las partículas de material normal; la única diferencia son sus cargas eléctricas contrarias. Cuando una particula y una antipartícula se encuentran, se aniquilan mutuamente convirtiendo su entera masa en energía. Es esta poderosa liberación de energía lo que ha llevado a autores como los de Viaje a las Estrellas en escribir tramas con naves funcionando con motores de antimateria, como ocurre con la nave Enterprise.



La novela "Ángeles y Demonios" sugiere un Nuevo escenario, usando esta energía para crear una bomba. Un cuarto de gramo de antimateria podría liberar el equivalente a cinco mil toneladas de TNT y destruir todo a un kilómetro a la redonda. O eso se dice en la historia.



En realidad los físicos tan solo pueden soñar con tener tal cantidad de antimateria como medio gramo: "Si tomas toda la antimateria que se ha producido en la historia del mundo y la juntaras, no habría suficiente energía para hacer hervir una tasa de te, dice un físico del CERN a la publicación LiveScience.



Crear antimateria requiere un gran esfuerzo merced de aceleradores de partículas. Una particular de antimateria puede surgir ocasionalmente cuando un rayo cósmico golpea la atmósfera superior de la tierra, pero crearlas en un acelerador resulta mucho más práctico que atraparlas de otra manera.


Las partículas son atrapadas en campos magnéticos donde no puedan entrar en contacto con materia alguna. Es así que se han podido atrapar incluso átomos de antihidrógeno, pero tan sólo por un segundo.


Curiosamente la parte de "Ángeles y Demonios" que resultó ser cierta, son los lectores de retina puestos en el CERN, los cuales fueron colocados en este centro, ¡después de haber visto la película!


Al día de hoy es un misterio porqué el universo está formado de materia y no por antimateria.


Referencias


The Truth about Angels, Demons and Antimatter


Cosmología - ¿Que es la antimateria?

Podcast en Scientific American:
Why did Matter Beat Out Antimatter?






miércoles, 10 de junio de 2009

Epidemia de miedo



Todo parece indicar la mayor persistencia de otra epidemia
que asoló
México
entre el 23
de abril y
el seis
de
mayo:
la desinformación



“Vivimos en un mundo que depende completamente de la ciencia y la tecnología. Así mismo, vivimos en un mundo donde nadie sabe nada sobre ciencia y tecnología. Esta es una fórmula para el desastre”.
Carl Sagan

CUANDO EN 1910 SE HIZO PÚBLICO que había cianógeno en la cola de los cometas (esto es, un veneno), el temor cundió por todo el mundo: la cola del cometa Halley, acercándose a la tierra, sin duda nos barrería envenenándonos a todos. Como lo describe Carl Sagan en su libro Cosmos: “mucha gente se aterrorizó, porque no tuvo en cuenta que la cola de un cometa es extraordinariamente difusa: el peligro real del veneno presente en la cola de un cometa es bastante menor que el peligro que ya en 1910 suponía la polución industrial de las grandes ciudades”, enumerando luego algunas de las muchas manifestaciones de miedo de la época. Aún cuando la peligrosidad de la nueva gripe porcina es patente para todos, especialmente en México, la nación con mayor número de muertes debido a su causa, otro tanto de pánico irracional pudo haber ocurrió a nivel nacional entre el 23 de abril y el seis de mayo del 2009. En nuestro miedo por este virus etéreo, ¿no habremos recetando remedios mucho peores que la misma enfermedad? Al satisfacer continuamente el insaciable apetito de información por parte de sus audiencias, ¿no estaremos los medios alimentando ya una suerte de histeria colectiva?


Tales son las preguntas se hacía Howart Kurtz en su editorial del New York Times. “No faltan ángulos para mantener a los carbones de los medios ardiendo” argumenta “el impacto en México, el país que ha sido más golpeado; el impacto en los viajes; el impacto en la bolsa de valores; ¿Qué tal las vacantes de alto nivel en los trabajos de salud federales? ¿Estuvo Obama en peligro por su visita a México? ¿Por qué los republicanos dejaron en la lona a 870 millones de dólares en preparativos para gripes pandémicas dentro del paquete de estímulos? (…)La antes reportera del New York Times, Judith Miller, co-autora del libro Germs, (Gérmenes) dijo a Fox News que “lo que realmente necesitamos “es una tremenda epidemia de calma.”


La brisa antecediendo a la tempestad

Roberto Hernández, neumólogo pediatra por la UNAM, recuerda como los primeros casos por fallecimientos fueron vistos más como una curiosidad que cualquier otra cosa: “La semana de pascua fui al congreso nacional de neumología en Veracruz, y la primera plática a la que asistí se llamaba ‘Nuevos virus respiratorios’; te estoy hablando que es de la segunda semana de abril” recuerda. “En esa plática, un médico infectólogo de un hospital de la ciudad de México nos hablaba de casos esporádicos de muerte por influenza en esa ciudad, específicamente nos hablaban de dos. Yo levanto mi mano y pregunto ‘¿doctor, y esos casos esporádicos a qué se deben? ¿Será por el calentamiento global?’ Y ellos me dicen que sí, que probablemente el calentamiento global ha hecho que virus que no eran comunes en otras épocas, aparezcan. Pero nos lo comentan como una curiosidad. No se hizo un informe ni se le dio la importancia adecuada.”


“Esto no se ha acabado” advierte del doctor Oscar Lenin, quien es infectólogo pediatra por la Universidad de Guadalajara. “Podemos tener otro pico, esperemos que no de la misma intensidad, pero no se ha declarado como erradicado. Está controlado. Ojalá que así siga.”


Advierte cómo esta cepa se presentó de manera inesperada “No teníamos la tecnología específica para aislar el virus” dice. “Muchos hospitales contaban con una prueba de detección rápida, pero para la influenza estacional”. Tales equipos permitían conocer en dos horas si se trataba de la variedad común de influenza, pero como ahora sabemos el AH1N1 era algo totalmente nuevo.


Irónicamente ya existía una ruta de acción desde el 2005 con protocolos de seguimiento coordinados entre diversas naciones, incluyendo a nuestro país, en un modelo de prevención de influenza aviar. Y ese fue justo el problema. Nadie supuso una nueva cepa derivada de la influenza porcina. “Afortunadamente no nos toma de tanta sorpresa” explica el doctor Lenin.”Ya hay un plan estratégico a nivel nacional que se concreta en el 2005 y es el modelo que se siguió, aclarando que es para influenza aviar. Se extrapoló, y está dando buenos resultados. El número de casos ha bajado, la detección es más efectiva. Vamos por buen camino.”




Los historiadores debaten si Moctezuma no fue derrotado primeramente por el Cometa Haley que por los conquistadores mismos


¿Por qué la gente muere en México?

En el momento en que escribo, hay tan sólo tres muertes fuera del territorio nacional: dos en Estados Unidos (una víctima era mexicana) y una en Canadá, esto aún cuando es nuestro vecino del Norte quien padece mayor número de infectados corroborados. Los expertos siguen preguntándose por qué el virus parece más fuerte en México que en otros países donde se ha presentado de forma débil. Hasta este momento, y aún sin contar con información incompleta, nada parece indicar que la variedad en Estados Unidos sea distinta a la mexicana.

Wendy Barclay, quien es profesora de virología por la influenza en el Imperial College de Londres comparte en la revista británica New Scientist algunas observaciones informadas intentando responder esta aparente contradicción. En resumen sugiere que la alta mortalidad en México tan sólo parece ser alta, pero que en realidad el número de casos no confirmados podría ser mucho mayor sin que estos hayan sido reportados porque el virus, todo parece indicar, es en general débil, pudiendo requerir exposiciones especialmente altas y un ambiente propicio para volverse grave.


“Una respuesta simple” escribe “es que han habido muchos más casos débiles en México de los que han sido enumerados hasta ahora y que la tasa real de mortalidad es más probablemente de entre 1 a 2%. Esto sería fiel a lo que ha sido visto durante pandemias previas como la de 1957 (H2N2) la influenza asiática o la fiebre de Hong Kong de 1968 (H3N2). Aún con la influenza española de 1918, la cual mató a millones, la tasa del número de muertes se estima entre 2.5 y 5%.”


“Eso es probable” responde Mary Nettleman, presidenta del Departamento de Medicina de la Universidad Estatal de Michigan al compartirle esta hipótesis. “Lo que estamos viendo en México es la punta del iceberg en cuanto a que su base es una gran cantidad de personas que obtuvieron la infección y no se enfermaron mucho. Nos estamos concentrando en la gente más enferma porque a ellos los podemos identificar fácilmente. Aún en los Estados Unidos, si alguien tuviera una infección débil y se recuperara, probablemente no lo sabríamos que la tuvieron –en este momento buscamos tan duro que podríamos encontrarla, pero de otra manera podríamos no saberlo. Fuí a Cancún a principios de abril y tuve un tiempo maravilloso, y regresé con salud. Si tienes una enfermedad débil no necesariamente piensas que tienes algo que es nuevo o novedoso o poco usual.”


Información publicada en el semanario Science el pasado 14 de mayo apoya las pasadas hipótesis. El estudio, proveniente de un amplio equipo liderado por Neil Ferguson del Imperial College de Londres, calcula que entre 6,000 y 32,000 infecciones ocurrieron en México para el 30 de abril, cifra a la cual se llega comparando patrones de viaje internacionales y los casos confirmados a nivel mundial. El cálculo efectivamente deja a los casos fatales entre un 0.4 y un 1.4 por ciento, teniendo a la población de La Gloria, en Veracruz, como su punto de origen a mediados de febrero, donde cerca de la mitad de la población sufrió de enfermedades respiratorias agudas.


La doctora Barclay también discute la posibilidad de que los casos de mortalidad Mexicana se hayan complicado por co-infecciones con otros patógenos, los cuales generarían juntos un peor desenlace, o, por otro lado, que por alguna razón la población nativa de México está predispuesta a reaccionar peor a esta cepa de influenza. Ambos escenarios son poco probables: “No hay evidencia para apoyar estas posibilidades, pero sin embargo se tienen pocos detalles clínicos de cualquiera de los casos.”


También comparte otros posibles razones: “Pudiera ser que los viajeros que se expusieron sin intención a la influenza porcina, experimentaran dosis más pequeñas que aquellas víctimas mexicanas cuyas circunstancias no han sido descritas aún (…) Más aún, Europa y Norteamérica están totalmente fuera de la temporada de influenza y las condiciones climáticas pueden ser desfavorables para la transmisión de altas dosis. Contactos con viajeros al regresar pudieron adquirir la infección a una dosis disminuida que aquellos individuos en México. Lo que es seguro es que, en la medida que el número de casos fuera de México crece, tendremos una mucho mayor idea de lo que es el virus de la influenza.”


Desde luego persisten otras razones, como lo describen Marc Lacey y Elisabeth Malikin en el New York Times comentando el primer caso de influenza detectado en México: Adela María Gutiérrez, quien llegó al Hospital General de Oaxaca después de haber padecido la enfermedad por más de una semana. El rotativo reflexiona: “grandes cantidades de gente se auto prescriben antibióticos, toman medicina homeopática, o buscan misteriosas inyecciones de vitaminas. Para muchos, sólo cuando todo lo demás falla, van al doctor, quien puede o no estar preparado.” Pero aún hay más: “También hay razones lógicas por las cuales los mexicanos se mantienen alejados de los hospitales. En instalaciones sobrepobladas, se quejan que son con frecuencia rechazados, tratados por doctores indiferentes y dejados a esperar indefinidamente (…) El esposo de la señora Gutiérrez, Luis, dijo el martes en una entrevista en su casa que cuando cuando llegó al hospital no habían camas disponibles, y no había respirador. Le dan preferencia a gente que está sangrando o cercana a la muerte, afirmó”.






La agente Dana Scully intenta calmar un pueblo sumido en crisis nerviosa en el capítulo de los Expedientes X, War of the Coprophages


¿Epidemia de miedo?

Es un círculo vicioso, desde luego: los medios llenan a la gente de ideas, y esta reacciona, lo cual se refleja en sus hábitos de consumo, trabajo y convivencia diaria. Cuando uno observa al comercio sufrir ante estos efectos, uno debe preguntarse quién al final del día quién habrá creado el mayor daño, ¿el virus o nuestro miedo a él?


“En 2007, según el INEGI, ocurrieron 12,927 defunciones por influenza y neumonía en México” escribe Luis González de Alba en su columna en Milenio. “Se acumulan ambas porque la influenza, o gripa, debe complicarse para que ocurra un deceso. Pero 13 mil muertos son casi el triple que los muertos por sida: 5,099 ese año. Los cinco meses de la temporada de influenza produjeron en promedio 1,250 defunciones cada dos semanas… sin ser noticia ni alarmar a nadie. En dos semanas de influenza A H1N1 llevamos 48 defunciones…”


“Han cerrado muchas escuelas en Nueva York, pero no han recomendado que la gente deje de congregarse en lugares públicos, aunque tiene esa opción, desde luego” responde la doctora Nettleman al hacérsele observar el contraste de medidas entre México y su país: “En los Estados Unidos hemos visto tan sólo una muerte (en ese momento) y muy pocas hospitalizaciones. La razón por la cual lo tomamos en serio es por la experiencia mexicana, porque hemos visto cuán conflictivo ha sido para ustedes este problema, aunque nosotros no hemos visto tantos problemas, así que la gente está operando relativamente como siempre. Las escuelas se cierran si existen casos confirmados de fiebre porcina. La Organización Mundial de la salud ha dicho que probablemente es demasiado tarde para contener al virus. Si comenzáramos a encontrar casos de muertes inexplicables, probablemente comenzaremos a tomar medidas similares a las de México.”


¿Las medidas del gobierno son correctas?

“Creo que es prudente que México tome pasos significativos, porque aún sabemos muy poco, y porque parece que México tiene la mayoría de los casos. Creo que eso es prudente. No conozco todos los pasos que México está tomando. No quiero especular sobre todo lo que se haga. Pero creo que si tuviéramos una experiencia idéntica en una de nuestras comunidades estaríamos haciendo algo similar.”


El estudio publicado en Science, finalmente, da una cifra de transmisibilidad resultando similar o menor a las simulaciones computacionales con las cuales se tomaron las medidas políticas, avalando así a las desiciones apoyadas en tales simulaciones.


Como corolario, en México apostamos a que la comprensión y explicación de la ciencia era un lujo para nuestra realidad. Nos equivocamos, y en esa equivocación hemos pagado un gran precio.



"La punta del iceberg" de la expresión, pudiera explicar el número de muertes en México, donde la base está confromada por una extensa cantidad de gente que ha enfermado de manera tan ligera que fue a penas perceptible.


Up date

En la medida que hemos aprendido más sobre el virus n1h1, las hipótesis presentadas en nuestra publicación original se han solidificado. Al tiempo que la OMS ha elevado el nivel de alerta a nivel seis, lo que representa una pandemia de escala mundial creando énfasis en la fabricación de suficientes vacunas, el semanario británico Nature publica esta semana un estudio sugiriendo que esta cepa derivada del virus porcino ha estado presente por mucho más tiempo que el que se había pensado (de nuevo, la teoría del iceberg). Así mismo, advierte sobre la posibilidad de súbitos cambios en este virus, recomendando su estrecha vigilancia. El reporte puede ser leído en la siguiente liga:

http://www.nature.com/nature/journal/vnfv/ncurrent/pdf/nature08182.pdf

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