domingo, 13 de diciembre de 2009

Ignorancia por humildad

"Señor, aclárame por qué es malo cuestionar..."


Como usted sabe, mucho de las creencias religiosas está basado en alguna forma de temor. Temor a desafiar, a poner en duda lo que ya está establecido. Cuando se habla específicamente del concepto de Dios, las cosas empeoran: Se supone que el solo dudar de su existencia puede constituir un pecado de alto riesgo.

Dios -siguendo este supuesto-, nos creó a su voluntad. Y resulta que parte de la naturaleza humana es la necesidad de saber, querer llegar al fondo de las cosas. ¿Por qué se supone que le moleste a Dios que indaguemos, que tengamos dudas razonables? ¿No es eso lo mismo que diría alguien que no le conviene que usted indague al respecto? Finalmente, ¿cómo puede un padre ser "todo amor" y enojarse con sus hijos por reaccionar tal como sería de esperarse por su naturaleza?

Y aquí es donde muchos líderes y algunos defensores de hueso duro esgrimen un argumento 'matón' para condenar la búsqueda del conocimiento y la verdad: "Hay que ser humilde." Porque resulta que ‘los grandes conocimientos no están expuestos a todo mundo, solo les son dados a las personas humildes’. Las que no andan poniendo en duda nada (?!).

Eso puede sonar conmovedor, y de pasada, quizá hasta licencie a algunos seudocientíficos de la fastidiosa tarea de ponerse a estudiar ciencia en serio, pero en realidad es una arbitrariedad que asocia libremente una llamada virtud (la humildad), con algo conveniente a la vista de los demás (estar o hacer lo correcto). Así, si usted quiere ser bueno, simplemente sea humilde. No busque explicaciones. Confórmese con lo que le dicen. Si lo que le enseñan como verdad es 'dicho por Dios', ¿qué puede haber más arrogante que cuestionarlo? ¿No le parece eso es eso atinadamente conveniente para el mensajero? Es como decirle a usted que lo consideraré una buena persona si me permite estafarlo.

Pero sorpresivamente, en la mayoría de los creyentes funciona.

¿Sabe usted que por lo menos tres personas citadas en la biblia (de los 'buenos') tuvieron sus dudas y el señor les concedió milagros para que dejaran de dudar? ¡Uno creería que tener a Dios enfrente es ya bastante buena ayuda para creer! Pero así y todo... complacidos. ¡Pero no se pase usted de arrogante! Usted no es Moisés, ni el juez Gedeón ni el apóstol Tomás. ¡El señor no vendrá en persona a aclararle a usted sus arrogantes dudas!

Así que no le queda a usted más si quiere evitarse problemas con dios o sus representantes: Crea, y no jorobe pidiendo pruebas. Y esto, que en la vida diaria se llama simplemente credulidad u otras formas menos gentiles, se eleva al grado de virtud con un nuevo nombre"fe". Y tener fe, resulta ser -comprensiblemente- una de las cualidades más sublimes y bendecibles en un creyente. Pero piénselo con cuidado: Decir que con fé debería bastar, es reconocer que no se cuenta con nada más.

Por otro lado, fuera de la religión, también habrá quien quiera inculcar "humildad" en la forma de aceptar cualquier afirmación poco rigurosa. ¿Recuerda? La ciencia es inmediatamente acusada de arrogante por exigir pruebas. Seudocientíficos que reclaman su 'derecho a tener razón' sin querer someter sus "descubrimientos" al rigor investigativo de la ciencia. "No sea usted arrogante, es cierto que no conozco nada del método científico ni sé cómo distinguir estadísticamente una casualidad de un hecho, pero de alguna forma también puedo descubrir la verdad. La verdad no es monopolizable."

Así que, al menos en cuanto a poseer la verdad, quizá la humildad no sea una cualidad tan deseable después de todo.

Mí consejo es: Dude usted. Dude de las deidades 'cuyos caminos no pueden ser conocidos por el hombre'; dude la veracidad de los mensajes reenviados que le llegan por internet; cuestione lo que le dicen sus líderes (no hablo de anarquía o dudar por deporte: ¡Investigue!); crea mucho menos en los candidatos que juran promover justicia social y no explican exactamente cómo lo harán; exija más de los científicos (o gente que se etiqueta así) y que trabajan solos, obteniendo resultados opuestos a todo lo conocido y que nadie puede reproducir; dude usted de la utilidad de los métodos para lograr un cuerpo de modelo sin dejar dietas equilibradas ni ejercicio... En fin. Deje usted de ser intelectualmente irresponsable.

La gente siempre tenemos motivaciones para mentir, y siendo esto sabido, es más culpable uno por no investigar, que los mismos que intentan engañarle. Ser menos humilde en este sentido y buscar más la verdad pagará más a la larga.

1 comentario:

  1. "Deje usted de ser intelectualmente irresponsable." Jajajaajajaj!!!! Esta sí que es una buena frase, Mike. Saludos!

    ResponderEliminar