miércoles, 23 de septiembre de 2009

Expertos reprueban a Obama en materia espacial

Lo que sigue es un adelanto de nuestro próximo número, dedicado al año internacional de la astronomía




El plan presupuestado por la administración Obama es incompatible con el regreso estadounidense a la luna, concluye panel de expertos


Los Estados Unidos no podrían regresar a la luna en el futuro predecible de no inyectar un promedio de tres mil millones de dólares al año más al programa espacial. Tal es la conclusión de un grupo de expertos solicitado por el presidente Obama, y guiados por el veterano de la industria aeroespacial Augustine Constantine, con el propósito de establecer un plan de acción para el futuro de la exploración del espacio.

Las conclusiones del panel observan que grandes cambios son necesarios en orden de mantener los proyectos de la actual administración, resaltando los siguientes rubros:

1) La estación Espacial internacional deberá extender su periodo de vida hasta el 2020 en lugar del 2015, como se encuentra actualmente establecido en su programa de vida. Esto implica dotarla de mayores fondos para su mantenimiento, mismos que deberán ser coordinados con las naciones participantes.

2) El trasbordador no sería retirado en el 2010, sino cuando menos hasta el 2011. Más aún, la jubilación del viejo taxi espacial podría ser tan tardía como su próximo reemplazo, el cual probablemente aparezca hasta el 2017, o de otra manera el programa espacial estadounidense tripulado perdería su independencia, requiriendo de otras naciones para el envío de astronautas a la Estación Internacional. De aplazar el retiro del trasbordador en esta forma dramática, el comité observa que significaría un replanteamiento de todo el programa hacia esta nueva etapa, incluyendo las recomendaciones de seguridad hechas por el equipo estudiando el accidente del Columbia, liderado por el físico Douglas Osheroff, entrevistado anteriormente por El Informador.

3) Más fondos son necesarios para la entrada del Programa Constellation (basada en potentes cohetes Ares y una cápsula para la tripulación llamada Orión), si esta ha de funcionar en un plazo razonable. De momento, parece probable que el Ares I, impulsando a la cápsula, y la propia Orión, no despeguen en una misión operativa hasta el 2015, cinco años después del retiro programado del trasbordador, pero más probablemente esto no ocurrirá hasta el 2017.

Recomienda consideraciones para la cápsula Orión, la cual es muy cara, sugiriendo reducirla a cuatro tripulantes.

4) En vuelos a baja órbita el panel recomienda el uso de empresas privadas, asegurando que esta asistencia está al alcance de la mano. Una competencia organizada por parte del gobierno entre las compañías aeronáuticas de los EU, contratando a quienes resulten ganadoras, permitiría a NASA enfocarse en papeles más desafiantes, como la exploración humana más allá de la órbita baja de la tierra, basada en la cápsula Orión.

Estos cambios, contemplando mantener los vuelos tripulados de la NASA, y un regreso a la Luna a mediados de la segunda década del siglo XXI, requieren de tres mil millones de dólares al año adicionales.

José Langarica

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